serendipia Y PERSISTENCIA
Serendipia significa hallazgo casual o fortuito. Aunque ese tipo de suceso nos conduce a escenas inesperadas y sorprendentes, una buena porción de las mejores imágenes provienen de la voluntad, del acto inquebrantable de querer conseguirlas y la persistencia en el trabajo. Imaginar, pensar y obtener, esa es en muchas ocasiones la sucesión que nos permite alcanzar la imagen deseada. Como aficionado creo, sin embargo, que la fotografía es la alternancia aleatoria de ambas cosas, lo fortuito y el trabajo perseverante. Incluso a veces, puede ser la combinación, cuando durante el desempeño de un trabajo tenaz la vida nos premia con una escena inopinada, que nos deja con una sonrisa boba durante días. La naturaleza nos ofrece algunas de las más valiosas y resplandecientes imágenes que se pueden encontrar; pero la faz de las personas, los lugares, la arquitectura, los materiales,… constituyen elementos infinitos de atractivo irresistible. Ese que te captura y cautiva. Ese que atrae magnéticamente tu ojo y tu lente para pintar a través de una pulsación.
Observar la vida salvaje a corta distancia sin ser observado es una de las sensaciones más estimulantes que conozco y mis fotos son solo una pequeñísima porción de lo que he observado a lo largo de los años. De hecho puedo afirmar que he sido incapaz de capturar la mayoría de las mejores escenas que he presenciado. O las he capturado de manera defectuosa, con la consiguiente decepción por saber que posiblemente se trataba de un momento irrepetible. Esa frustración, te empuja, te motiva y rendirse no es una opción sabiendo que una gran imagen puede estar esperando a que tu ojo la plasme a través de ese enigmático objeto llamado cámara. Sin límites. Siempre más.
Y compartir, para que muchos ojos se superpongan a los tuyos y tu mirada pueda ser entendida.
Me llamo Juan Carlos Peña.
